
Brad Pitt, una de las estrellas más reconocidas de Hollywood, sorprendió al mundo al confesar que padece prosopagnosia, una condición neurológica poco conocida que afecta la capacidad de reconocer rostros. También llamada “ceguera facial”, esta afección no está relacionada con la vista ni con la memoria, sino con una falla en el procesamiento cerebral de las caras.
“¡Nadie me cree!”, dijo Pitt en una entrevista con la revista GQ, al describir el desconcierto y la incomprensión que genera su trastorno, aún sin diagnóstico médico formal. El actor contó que muchas veces las personas interpretan su dificultad como desinterés, frialdad o soberbia, cuando en realidad no puede recordar rostros, incluso de personas con las que ya ha hablado.
“Me gustaría conocer a alguien más que tenga prosopagnosia”, expresó el actor, visiblemente afectado.
La prosopagnosia puede ser congénita o adquirida. En el primer caso, se presenta desde el nacimiento, mientras que en el segundo puede desarrollarse tras una lesión cerebral o un evento neurológico. Según la Cleveland Clinic, se estima que 1 de cada 50 personas podría padecer la forma congénita, aunque muchos nunca son diagnosticados.
El impacto del trastorno en la vida de Pitt ha sido profundo, tanto en lo personal como en lo profesional. “Me resulta muy difícil en eventos sociales. La gente piensa que soy descortés, pero simplemente no los reconozco”, explicó. Esta situación le genera ansiedad, vergüenza y aislamiento, y lo obliga a estar constantemente justificándose o pidiendo disculpas.
Los especialistas recomiendan distintas estrategias para sobrellevar la prosopagnosia, como enfocarse en la voz, observar detalles del peinado, la ropa o el andar, y recurrir a contextos sociales para deducir identidades. Sin embargo, ninguno de estos recursos reemplaza la función de reconocimiento facial que la mayoría da por sentada.
El testimonio de Brad Pitt ayudó a visibilizar un trastorno invisible, que muchas veces se malinterpreta y estigmatiza. Las personas que lo padecen suelen cargar con el peso del juicio social: “¿Cómo no te vas a acordar de mi cara?”, una pregunta frecuente que esconde desconocimiento y falta de empatía.
“No se trata de distracción ni de falta de interés. Es un trastorno real y afecta la calidad de vida”, señalan desde asociaciones que trabajan para informar sobre la prosopagnosia.
Casos como el de Brad Pitt invitan a reflexionar sobre las condiciones neurológicas poco conocidas, y abren una puerta al entendimiento y la empatía. No juzgar, comprender y acompañar son claves cuando alguien parece “olvidar” un rostro. Detrás de ese gesto puede esconderse una lucha silenciosa.