Después de tantos días de esfuerzo y sacrificio, los jugadores de la Selección tuvieron su recompensa y volvieron a casa con la tan deseada Copa América. Cada uno de los miembros del equipo tuvo la oportunidad de abrazar a sus familiares y tomarse unos días para celebrar en la intimidad del hogar.
Lio Messi se fue a Rosario para reencontrarse con su mujer y sus tres hijos que lo esperaban ansiosos. Después de un efusivo abrazo en el aeropuerto, Antonella fue con Lio hasta la casa de su papá donde lo esperaban Thiago, Mateo y Ciro para abrazarlo y llenarlo de besos. Uno de ellos se colgó al mejor estilo koala y no se quiso despegar más de él. Incluso cuando el jugador salió a saludar a la gente y firmar algunos recuerdos, tuvieron que llevárselo prácticamente a la fuerza porque no quería irse de su lado.

Por estos días, el jugador tendrá que tomar una decisión fundamental sobre su futuro ya que terminó su contrato con el Barça y desde entonces, está libre.