Diego Maradona visitó el Nuevo Gasómetro y lo hizo a lo grande: compartió banco de suplentes con su hijo Dieguito Fernando, estuvo acompañado por Verónica Ojeda y se reconcilió con Marcelo Tinelli. Además, su equipo jugó dos partidos de los cuales empató uno y ganó el otro.
Enmascarado y a puro alcohol en gel, Maradona llevó a su hijo a los partidos amistosos que jugaron Gimnasia de La Plata y San Lorenzo. Lo sentó en el banco y hasta le habló a sus jugadores con él al lado. Antes, el presidente de la institución de Boedo lo abrazó, le dio un beso en la cabeza y mantuvo una charla que pareció muy cordial. Al despedirse, Marcelo le regaló una remera del Ciclón con un "Maradona" y un número diez atrás.



Lo que parecía una pelea eterna quedó en el olvido después del abrazo que se dieron. "Yo lo quiero, debe ser una de las mejores personas que yo conocí y que conozco", reconoció el técnico de Gimnasia dejando cualquier diferencia de lado.