El clásico entre River y San Lorenzo, que terminó igualado 0-0 por la tercera fecha del Torneo Clausura 2025, dejó más preocupaciones que alegrías para el equipo de Marcelo Gallardo. A los 18 minutos del primer tiempo, el delantero Maximiliano Salas sufrió una molestia en su rodilla izquierda y encendió las alarmas en el cuerpo técnico.
Tras acusar un fuerte dolor muscular, Salas pidió el cambio de inmediato y abandonó el campo visiblemente frustrado. Al llegar al banco de suplentes, golpeó una butaca con bronca por la lesión y se colocó hielo en la zona afectada, mientras dialogaba con el médico del plantel, Jorge Bombicino.


Aunque aún resta conocer los estudios médicos definitivos, el informe preliminar indica un posible esguince de rodilla izquierda, lo que podría marginarlo de las canchas por varias fechas dependiendo del grado de la lesión.
En su lugar ingresó Miguel Borja, quien fue amonestado apenas un minuto después de entrar al partido. El colombiano tuvo una chance clara antes del final del primer tiempo, pero su remate fue salvado por el defensor Gastón Hernández, quien evitó la apertura del marcador.
La preocupación en River es lógica: Salas, de 27 años, había sido una de las apuestas de Gallardo en este semestre y estaba sumando continuidad. Su rostro al salir del campo, al igual que el del entrenador, reflejaba la gravedad del momento.
En los próximos días, se esperan los estudios que definirán el tiempo de recuperación del delantero, mientras River ya piensa en su próximo compromiso ante San Martín de Tucumán por Copa Argentina en Santiago del Estero y el clásico frente a Independiente, por la cuarta fecha del Clausura.