Después de una buena jornada con la Selección Argentina, Lionel Messi volvió a España para comenzar a prepararse con el Barcelona para enfrentar al Atlético de Madrid el próximo sábado y, al bajar del avión, la prensa española lo estaba esperando para hacerle algunas polémicas consultas.


Apenas salió del aeropuerto, los periodistas le preguntaron al argentino que pensaba sobre las declaraciones que hizo el representante de Griezmann, quien lo acusó de ser un "emperador y monarca del Barcelona" y que "no vio con buenos ojos la llegada de Antoine". Esto provocó la furia de Lionel Messi que no se calló nada y demostró su enojo con fuertes palabras.
"La verdad ya estoy un poco cansado de ser siempre el problema de todo en el club", lanzó el capitán argentino sorprendiendo a todos los televidentes y periodistas. Luego, demostró su bronca contra las autoridades del aeropuerto: "Encima recién llego, después de 15 horas y me encuentro a uno de Hacienda haciéndome una inspección, es una locura".

La imagen de Lionel Messi enfurecido recorrió rápidamente el mundo entero y alimenta, cada vez más, los rumores de que pueda abandonar la institución catalana una vez que finalice su contrato en junio del próximo año.