La fiesta que se vivió en el Estadio Único “Madre de Ciudades” marcó un día histórico para Santiago del Estero. Messi y compañía, como Campeones Mundiales, nos regalaron una noche inolvidable, única.
La gente copó la ciudad desde temprano y era común ver los colores albicelestes en cualquier punto al que uno se dirija. A medida que se fue acercando la hora del partido, el público comenzó a disponerse a dirigirse al estadio, los que tenían entradas, o a grabar al menos un saludo en la previa, los que no consiguieron un ticket.

Fue así que la gente comenzó a copar el Único, que dos horas antes ya tenía un lleno total, con 42 mil almas esperando por los campeones.
La previa fue a pura fiesta con Los Totora, Banda XXI más la impronta de DJ Magda Darchuk. Y como broche de oro, el Himno Nacional entonado por Los Manseros, Las Mullieris y Néstor Garnica, quienes santiagueñizaron la canción patria haciendo vibrar el estadio.
Además de la fiesta popular a puro show, se observaron familias completas, en su mayoría con niños y niñas emocionados por ver a sus ídolos jugar en la cancha por primera vez con público, ya que la primera visita del seleccionado a Santiago al mando de Lionel Messi, fue un partido contra Chile en plena Pandemia, sin público.

Después hubo un partido como una excusa perfecta para estirar la fiesta. Y el Campeón del Mundo lo resolvió en la primera con un tirplete de Messi, un gol de Nico González y otro de Enzo Fernández. Además de su repertorio, Leo alcanzó otro número redondo en su increíble trayectoria: el gol 100 con la Celeste y Blanca.
El complemento sirvió para que la gente siga reconociendo a sus ídolos. Y llegaron los cambios en un partido sin equivalencias. Di María, que había ingresado en le segundo tiempo recibiendo el cariño de los hinchas, puso el sexto de penal y cerró la cuenta Gonzalo Montiel. Luego Scaloni puso a Armani por le Dibu Martínez, quien también tuvo una estruendosa ovación.

El pitazo final desató nuevamente la ovación de la gente hacia los campeones mundiales reafirmando un romance que seguramente será eterno.
La noche tuvo un final soñado, con la proyección de un emotivo video de la Selección y con Messi levantando nuevamente la Copa del Mundo, entregada por el gobernador Gerardo Zamora.