En un partido lleno de polémica —marcado por la expulsión de Bravo y un penal no cobrado a favor de Argentinos (sin revisión del VAR)—, Barracas venció 2-0 al Bicho y se metió entre los nueve equipos que, por tabla anual, están clasificando a las copas internacionales. Con este resultado, quedó séptimo —en zona de Sudamericana— y tercero en la Zona A, afianzándose entre los clasificados a los playoffs cuando restan apenas dos fechas para el fin de la fase regular del Clausura.
Focalizado en la final de la Copa Argentina (el 5/11), Nico Diez paró un Argentinos de suplentes. Pero, más allá de los desacoples que puede llegar a tener un conjunto de jugadores que no está acostumbrado a jugar juntos, en todo momento fue muy superior a lo que propuso Barracas: con una posesión 70-30 sostenida a lo largo de todo el encuentro, lo dominó de principio a fin. Aunque, claro, por desatenciones defensivas comenzó condicionado: un mal retroceso de Erik Godoy liberó a Bruera para que, a tres del comienzo, quedara mano a mano con Romero y rompiera el cero.
El desarrollo del partido tuvo un denominador común: la tenencia de Argentinos, que, pese a jugar 67 minutos con un hombre menos tras la polémica expulsión de Bravo, dominó el encuentro. El equipo fue inteligente para atacar por las bandas, aprovechando la velocidad de Coronel, la precisión de Gómez y la rebeldía de Giaccone. Sin embargo, le faltó eficacia: sobre el final del primer tiempo, Chuco Sosa dispuso de una ocasión inmejorable en un mano a mano, pero definió al cuerpo del arquero Miño. Y, justamente, chapeau para Miño: cuando la defensa del Guapo no lograba contener los avances del Bicho, el arquero respondió con atajadas decisivas.
Argentinos no supo aprovechar las chances que tuvo para empatarlo. Y, sobre el final —estando perfectamente habilitado—, Bruera sentenció el partido y selló el 2-0 que le permitió a Barracas meterse en zona de Copa Sudamericana, cuando restan muy pocas fechas para el cierre del torneo.