El mundo de la arqueología nunca deja de sorprendernos con cada hallazgo. Desde fragmentos intrigantes hasta objetos de civilizaciones antiguas, cada descubrimiento nos conecta con el pasado y su relevancia histórica. Recientemente, un grupo de arqueólogos voluntarios en Francia encontró una botella de cristal de hace 200 años, la cual contenía un mensaje destinado a las generaciones futuras.
Francia, conocida por sus numerosas campañas de expedición arqueológica, ha desenterrado este año cementerios de la Edad de Bronce y castillos medievales pertenecientes a nobles y familias reales. Sin embargo, a mediados de septiembre, voluntarios del departamento de arqueología de la ciudad de Eu encontraron una botella de la época gala, perteneciente a un destacado científico de la región entre Puys y Bracquemont (Sena Marítimo).
El artefacto fue descubierto en Camp de César, un área con numerosos restos históricos. Bajo la dirección de Guillaume Blondel, los participantes utilizaron técnicas avanzadas para extraer la botella, temiendo que pudiera ser un artefacto explosivo de la Segunda Guerra Mundial.
Una vez descartado el peligro, la alegría y emoción de los arqueólogos fue inmensa. Describieron la botella de cristal como una cápsula del tiempo que había resistido las inclemencias del clima. La botella estaba en un acantilado y, debido a la erosión constante, podría haberse perdido en el océano Atlántico en pocos meses.
La investigación fue llevada a cabo bajo la supervisión de la Dirección Regional de Asuntos Culturales de Normandía. Según el medio local Les Informations Dieppoises, el sitio es un recinto fortificado con más de 2000 años de antigüedad, desde los primeros asentamientos galos.
El director de la campaña, Guillaume Blondel, planteó varias preguntas sobre el sitio: ¿Era un lugar de hábitat? ¿Un lugar de poder? ¿Un refugio temporal? Aún no tenemos una respuesta. Aunque el campamento fue delimitado en el siglo XIX y se extrajeron artículos milenarios en 1996, la botella ha renovado la esperanza de los arqueólogos franceses en comprender mejor el pasado.
El mensaje de la botella
Guillaume Blondel relató que encontraron una olla cubierta con una pequeña taza vidriada en una trinchera. "Vimos un objeto de cristal blanco sobresaliendo de ella", explicó. "La botella era similar a las que las mujeres llevaban alrededor del cuello para evitar desmayos debido a sus corpiños ajustados", añadió.
El mensaje dentro de la botella decía: "PJ Féret, natural de Dieppe, miembro de varias sociedades científicas, excavó aquí en enero de 1825. Continúa su investigación en este vasto recinto llamado Cité de Limes o Campamento de César".
Pierre-Jacques Féret fue el primer arqueólogo en excavar en el lugar, desmantelando una antigua teoría sobre la presencia carolingia y descubriendo elementos que atestiguan la presencia gala. Los seis jóvenes arqueólogos que participaron en el hallazgo destacaron el esfuerzo de su colega y mencionaron: "Dejó un mensaje para las generaciones futuras".