Esta escena parece salida de "Los crímenes de la calle Morgue" de Edgar Allan Poe. Lo que sucedió fue que los vecinos de un barrio de Berlín comenzaron a notar que sus calzados estaban desapareciendo.

Obviamente, lo primero que pensaron es que se trataba de un ladrón porque, en total, más de cien pares zapatos habían desaparecido de la puerta de sus casas. Dejar el calzado afuera es una costumbre tradicional de Alemania.
Al parecer, el animalito no le hacía asco a nada y se llevó desde botines de fútbol, zapatillas y hasta sandalias. El misterio duró por unos meses hasta que Christian Meyer, uno de los vecinos, captó al zorro "con las fauces en la masa".

"Tenía un par de chanclas azules en la boca", comentó divertido el testigo, quien pudo recuperar algunos de los zapatos de sus vecinos.