Un episodio de extrema tensión se registró en las puertas del Hospital Churruca, donde una mujer se encadenó a las barandas del acceso principal para denunciar el grave deterioro en la atención que recibe su esposo, un paciente internado en estado crítico. La escena, registrada en un video al que accedió Total News Agency, expone una situación límite que desató reclamos de otros familiares y afiliados, quienes aseguran que el colapso del sistema derivó en demoras, falta de insumos esenciales y presunto maltrato institucional.
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Según relató la mujer entre lágrimas, su marido se encuentra “al borde de la muerte” debido a la falta de atención adecuada y a la ausencia de elementos básicos para el tratamiento, como bolsas de colostomía que, según afirmó, permanecen repletas y sin recambio, generando un riesgo inminente de infección. “Mi esposo está tirado como un perro”, denunció, visiblemente quebrada. “Durante el fin de semana se pudrió todo”, agregó, dando cuenta del empeoramiento abrupto de la situación clínica.
La protesta escaló cuando personal policial intercedio para que abandonara su posición, advirtiéndole que podría ser detenida. Sin embargo, la mujer se negó a moverse y sostuvo sus acusaciones contra las autoridades hospitalarias, a quienes responsabilizó por un presunto manejo irregular de insumos. “Es el choreo del año”, dijo con enojo, señalando que, a su juicio, la falta de materiales no responde a escasez sino a desvíos internos.
Mientras la escena se desarrollaba, otros familiares que aguardaban en el lugar se sumaron al reclamo, respaldando a la mujer y aportando sus propias experiencias. “Roban y los turnos los dan para fin de enero”, expresó una afiliada, que aseguró haber atravesado demoras prolongadas en consultas y tratamientos. Varios testigos manifestaron que la falta de insumos esenciales —desde elementos descartables hasta medicación de uso frecuente— viene siendo un problema recurrente en el hospital, que depende del Ministerio de Seguridad y atiende principalmente al personal policial y sus familias.
El episodio reaviva las preocupaciones sobre la situación sanitaria en centros donde convergen la sobrecarga de demanda, la falta de presupuesto y crecientes denuncias de abandono, especialmente en áreas críticas. En el caso del Hospital Churruca, fuentes sindicales habían advertido en semanas recientes sobre la escasez de personal, equipamiento insuficiente y retrasos en aprovisionamiento. El Churruca y la obra social de las fuerzas Armadas y de Seguridad se encuentran quebrados y con denuncias graves.
Mientras tanto, la mujer continúa exigiendo una intervención inmediata que asegure la atención urgente de su esposo, cuya condición —según su descripción— se agrava por la falta de cuidados básicos. La comunidad hospitalaria quedó conmocionada por el episodio, que amenaza con escalar si no se brinda una respuesta formal desde la conducción del establecimiento y las autoridades sanitarias.