Su único error fue estar en el lugar y momento equivocado. Reinaldo Araujo, dirigente venezolano del partido político fundado por María Corina Machado Vente Venezuela, padecía de obesidad, hipertensión y problemas cardíacos. El 9 de enero asistió a una cita médica acompañado de su esposa, y al salir, se sentó en una escalera para descansar sus piernas, mientras observaba la manifestación opositora. Ese instante le costaría la vida 40 días después.
De repente apareció la policía y la Guardia Nacional Bolivariana. Lo acusaron de estar participando de la manifestación y se lo llevaron detenido. Su esposa, Zoraide Matute, dijo que él en ningún momento se defendió o intentó resistirse. Insistió en que estaba seguro de que no había hecho nada malo.
Esta semana se supo que Araujo, conocido como “Rei”, murió después de estar más de 40 días detenido en una cárcel del régimen de Nicolás Maduro, en el municipio de Valera, estado Trujillo, y después de que le negaron en reiteradas oportunidades asistencia médica.
Su esposa había denunciado días atrás que estaba en estado crítico y que debía ser atendido urgentemente, pero no fue tratado sino hasta horas antes de su muerte, cuando ya era demasiado tarde.
Sus familiares confirmaron que murió debido a una crisis cardíaca. Fue trasladado de urgencia desde el Destacamento 20 de Valera al hospital Pedro Emilio Carillo, donde falleció de un paro cardio-respiratorio pese a la intervención médica.
“Alerta Mundial. Por su trabajo en la gesta del 28 de julio, el régimen lo hostigó duramente. El 9 de enero el régimen de Maduro lo secuestró. Tenía serios problemas de salud, pero le negaron la asistencia médica. El régimen lo asesinó”, dijo contundentemente María Corina Machado en su cuenta de X.
Araujo era dirigente de VV en la parroquia Juan Ignacio Montilla, en el municipio Valera, y fue uno de los elementos clave para que se pudiera llevar a cabo la campaña opositora para las elecciones del pasado 28 de julio en el Estado Trujillo.
Primero tras participar de la “caravana de la libertad” que contó con un respaldo masivo de la comunidad venezolana, y después durante la jornada de las elecciones, cuando permaneció protegiendo las actas electorales tras el triunfo de Edmundo González Urrutia.
“Reinaldo era un hombre bueno, un esposo, hijo y padre amoroso, un amigo incondicional, un ciudadano ejemplar. Su amor por Venezuela y su familia lo mantuvo siempre firme. Mi corazón también está desgarrado. Es un dolor y una indignación infinitos”, agregó la líder opositora.
Según datos del Foro Penal, una organización no gubernamental que denuncia las detenciones arbitrarias y de presos políticos, actualmente hay 1.060 presos políticos en Venezuela, entre ellos 121 mujeres y 4 adolescentes. Este caso se suma al de cuatro presos más que murieron desde noviembre del 2024.