Una mujer, identificada como Li Jiem, de 38 años, que regresaba a su país China tras visitar a su familia en marzo pasado desde Estados Unidos, portaba la enfermedad, pero la ocultó al momento de su viaje.
Esto porque días previos al vuelo presentó fiebre y acudió a un hospital, donde comprobó su contacto con personas contagiadas, pero decidió embarcarse a pesar del padecimiento, según indicó el diario China Daily.
La decisión de la mujer le trajo severas consecuencias, ya que las 63 personas que habían estado en contacto con ella en el avión, incluido azafatas y pilotos, debieron realizar cuarentena.
Ante la situación, Li Jiem fue llevada ante la justicia, donde el Tribunal Popular del Distrito Shunyi de Pekín le aplicó un severo castigo: Condenada a un año de prisión y otro de libertad condicional por haber ocultado síntomas de Covid-19 a la tripulación.