En un giro inesperado en medio de la escalada de tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, el presidente Nicolás Maduro envió este domingo una carta a Donald Trump, en la que lo invita a dialogar para preservar la paz en el hemisferio. La misiva, fechada el 6 de septiembre, surge días después de que el gobierno estadounidense desplegara ocho buques en el Caribe para realizar operaciones contra el narcotráfico, específicamente tras el hundimiento de una embarcación vinculada a Venezuela.
El presidente chavista rechazó enérgicamente las acusaciones formuladas por EE.UU. sobre los presuntos vínculos de su gobierno con mafias narcotraficantes, calificando estas afirmaciones como “absolutamente falsas”. Maduro argumentó que tales denuncias son "fake news" creadas para justificar una posible escalada hacia un conflicto armado en el continente, lo que, según el mandatario, causaría un "daño catastrófico" para América Latina.
Las tensiones entre ambos países se intensificaron tras un incidente en el que las fuerzas estadounidenses atacaron una embarcación en el Caribe, que supuestamente había zarpado de Venezuela cargada con drogas, lo que resultó en la muerte de 11 personas. En respuesta, la Casa Blanca se atribuyó el hundimiento de cuatro lanchas cargadas con sustancias ilícitas, lo que agudizó la relación entre las dos naciones.
En la carta, Maduro hace un llamado directo a Trump, instándole a preservar la paz a través del diálogo y el entendimiento mutuo. Esta invitación a la conversación directa también fue confirmada por la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien publicó un extracto de la carta en su cuenta de Telegram. Según Rodríguez, Maduro está dispuesto a mantener conversaciones directas con el enviado especial de Trump, Richard Grenell, para abordar las relaciones bilaterales y los temas de seguridad que han dominado la agenda internacional.
El presidente venezolano no solo está desmintiendo las acusaciones, sino que también ha reforzado las medidas de seguridad interna, con ejercicios militares masivos y entrenamiento de milicianos en preparación para cualquier eventualidad, especialmente ante el temor de un conflicto armado con EE.UU. Las autoridades chavistas han intensificado sus preparativos militares para disuadir cualquier intento de intervención extranjera, lo que refleja el clima de desconfianza mutua que prevalece.
Esta propuesta de diálogo de Maduro llega en un momento de máxima tensión, mientras ambos países se acusan mutuamente de acciones hostiles que podrían desencadenar una confrontación de consecuencias impredecibles. Sin embargo, el presidente venezolano ha dejado claro que su gobierno está dispuesto a mantener conversaciones directas para encontrar una solución pacífica y evitar lo que considera una escalada bélica innecesaria.