La Embajada de China en la Argentina respondió con dureza a las declaraciones del enviado especial de Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver-Carone, quien cuestionó la vigencia del swap de monedas entre Argentina y el gigante asiático. A través de un comunicado oficial difundido este viernes, la representación diplomática calificó los dichos del funcionario norteamericano como “intervencionistas” y “propios de la Doctrina Monroe”.
“El vínculo entre ambos países con el swap de monedas es una cooperación mutuamente beneficiosa, decidida en forma autónoma por dos naciones soberanas, por lo que la parte estadounidense no tiene derecho a cuestionarlo ni señalarlo con el dedo”, expresaron desde la embajada.
El mensaje hace alusión directa a los recientes comentarios de Claver-Carone, quien en declaraciones a Infobae sostuvo que “mientras tenga el país el swap, está amarrado a China y depende de ese swap para poder mantenerse económicamente. Entonces, Argentina no es libre”.
Desde Beijing, la respuesta no se hizo esperar. “Imponer a otros países a actuar según las ‘órdenes’ de la parte estadounidense no es propio de la supuesta libertad que dicen defender, sino que significa someterlos a una mayor falta de esa libertad”, agregaron desde la sede diplomática en Buenos Aires.
Además, advirtieron que los cuestionamientos forman parte de una estrategia geopolítica con fines de presión. “Sus consideraciones sobre la cooperación chino-argentina están repletas de lugares comunes, prejuicios y manipulaciones propias de la Doctrina Monroe”, señalaron, en alusión a la política exterior estadounidense que históricamente promovió la influencia norteamericana en América Latina.
Mientras Estados Unidos busca limitar el avance chino en la región, el Gobierno argentino ratificó su intención de sostener el swap de monedas vigente con China, cuyo último tramo —por US$5000 millones, equivalentes a 35 mil millones de yuanes— fue renovado hasta julio de 2026.
“El Ejecutivo no adelantará pagos ni cancelará el acuerdo porque lo pidan ellos”, señalan fuentes oficiales. La Casa Rosada apuesta a un equilibrio diplomático entre Washington y Beijing, aunque las presiones cruzadas se intensifican en un escenario internacional marcado por la disputa comercial y geopolítica entre las dos potencias.
En ese marco, el presidente Javier Milei no descarta viajar a China en los próximos meses para profundizar el vínculo bilateral, con el swap de monedas y los proyectos de infraestructura —como la continuidad de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz— como temas prioritarios en la agenda conjunta.
La embajada china cerró su comunicado con un mensaje categórico que marca el tono del desacuerdo: “Exhortamos a las autoridades estadounidenses a trabajar y contribuir en el desarrollo de otros países, en lugar de intentar crear problemas a las cooperaciones bilaterales que llevan adelante otras naciones. ¡Adiós, Carone!”.
El cruce refleja un nuevo capítulo en la tensión entre China y Estados Unidos en América Latina, con Argentina como actor clave en una región cada vez más disputada en términos económicos y estratégicos.