En poco menos de un mes se cumplirán ocho años de un brutal ataque narco en Barrancas, la localidad del departamento San Jerónimo, provincia de Santa Fe. Ese 7 de noviembre, Juan Andrés Barreiro llegó a una vivienda precaria minutos antes que ocurra una ráfaga de disparos que lo dejó inmovilizado hasta esta semana, cuando murió en un hospital de Santa Fe.
Ese mediodía, en la tranquila localidad atravesada por la ruta 11, la violencia golpeó fuerte. Además de Barreiro, que en ese entonces tenía 19 años, el ataque se cobró la vida de Damián "Gringo" Ferrer y Germán “El Alemán” Godoy e hirió a Matías, un amigo de Juan, que incentivó a Barreiro a acompañarlo hasta la casilla, blanco de los tiros.
Desde entonces, Barreiro intentó sobrevivir a la masacre a pesar de recibir tres disparos, uno de ellos en la cabeza. Fueron siete años de cuidados para el hombre que permanecía postrado en su cama. En ese periodo fue operado seis veces. Sin embargo, en los últimos días su estado se agravó y finalmente falleció el pasado martes con 26 años en la capital de Santa Fe, según publicó el portal Infomás.
Así, el ataque narco suma de manera indirecta un tercer fallecido. Según los investigadores, se trató de un ajuste de cuentas y que el objetivo principal de los sicarios era asesinar a Ferrer y Godoy, oriundos de Carcarañá, localidad que se encuentra a 90 minutos del lugar del crimen.
Por el ataque no hubo detenidos y la investigación no pudo dar con los autores materiales ni intelectuales del hecho, que se transformó en todo un misterio para los habitantes de la localidad.
El caso
El mediodía del 7 de noviembre del 2018, Barrancas, un pueblo sobre la ruta nacional 11, a 78 kilómetros al norte de Rosario, se presentaba calmo y tranquilo, tal como contó La Capital en su crónica del hecho publicada al día siguiente. Sin embargo, algunas horas antes, a las 2 de la mañana, una docena de balazos habían sacudido el sueño de los vecinos del barrio Norte de esa localidad del departamento San Jerónimo. Fue cuando al menos dos hombres bajaron de un auto gris y arremetieron contra una casilla de madera, nailon y chapas que funciona como quiosco y aguantadero. Patearon la puerta y dispararon contra quienes estaban en la precaria edificación de 10 metros cuadrados y pocos muebles. Como consecuencia de la lluvia de proyectiles murieron dos hombres y un tercero quedó gravemente herido. En el lugar la policía encontró un kilo de marihuana fraccionada para la venta y en trozos.
Las víctimas fatales, oriundas de Carcarañá, fueron identificados como Germán "El alemán" Godoy, quien recibió cuatro balazos; y Damián "Gringo" Ferrer, alcanzado por un disparo en la nuca cuando intentaba esconderse bajo una cama. Allí, Juan Andrés Barreiro, que tenía 19 años y vivía en Barrancas, recibió tres disparos, uno de ellos en el cráneo, y fue trasladado en estado desesperante al Hospital Cullen de Santa Fe. Sobrevivió este tiempo, aunque su lucha era día a día.
Por su parte, Matías, quien había llegado al rancho junto a Barreiro, evitó los plomos y huyó del lugar con rumbo desconocido.
Testimonios de esa madrugada feroz
"Me estaba bañando cuando escuché un auto que estacionaba. Bajaron y patearon la puerta a los gritos. Entonces empezaron los disparos en al menos tres secuencias. Fue como que iban enfocando en el objetivo, liquidaban y seguían con el otro. Hubo un pibe que zafó porque estaba en el baño. Escuchó cómo venía y al oír los disparos, salió corriendo", explicó un vecino de "la casa del horror", como la definieron otros barranqueños que hablaron con el diario La Capital de Rosario.
Esa crónica marca también que los propios vecinos habían prometido incendiar la casa para que “nadie en el barrio quiera vivir” ahí. La mayoría de los habitantes del precario barrio coincidió en que dentro de la casilla se vendía droga. Y eso quedó respaldado por el secuestro de estupefacientes en el lugar.
"Estos tipos eran de Carcarañá. El Alemán ya había vivido en ese lugar (el del crimen) hace unos años cuando pateaba con El Mono, un vecino que murió hace un año por un infarto. Iba y venía. Creo que volvió el sábado para quedarse hasta el aniversario de la muerte de El Mono, que era hoy. Y luego se iba con El Gringo, que también llegó el sábado", relató una vecina. Y agregó: "Los dos que sobrevivieron habían ido a comprar marihuana y cuando llegaron los sicarios quedaron en el peor lugar en un mal momento".
La casa del horror en Barrancas
De acuerdo con lo que se reconstruye mediante el relato vecinal, todo se precipitó alrededor de las 2 de la mañana cuando al lugar llegaban Matías y Barreiro. "Estaban comprándole a estos chabones que son de Carcarañá" en la casilla. "Entonces cayeron los sicarios a los tiros. A Barreiro le pegaron en el cuello, en la espalda y en la cabeza. Cayó arriba de Matías, que se salvó, aunque lo dieron por muerto. Al Gringo le dieron en la cabeza y al Alemán le pegaron cuatro o cinco balazos. A los tipos no les importó nada. Matías huyó porque agarró la moto de Barreiro y se fue para el pueblo", comentó otro.
La comisaría 3ª (Unidad Regional XV) está ubicada a una diez cuadras de la escena del crimen. Cuando la policía llegó, se topó con los cadáveres de Ferrer y Godoy, y el pibe Barreiro agonizando. Recogieron 8 vainas servidas y dos proyectiles calibres 9 milímetros y 11.25. Además incautaron un kilo de marihuana.
A Barreiro lo llevaron al Hospital Cullen de Santa Fe con heridas en el tórax, la zona cervical y el cráneo. "Un proyectil le atravesó el cráneo provocándole fracturas y lesiones a nivel encefálico. Quedó internado con asistencia respiratoria mecánica y pronóstico reservado", habían explicado desde la guardia del hospital luego del feroz ataque.