Maximiliano Salas no pudo haber pedido un estreno mejor como titular en River. En el triunfo 3-1 sobre Platense, el delantero marcó su primer gol con la Banda, dejó una gran imagen futbolística y celebró con una dedicatoria que emocionó a más de un hincha: la rodilla al piso y el dedo al cielo, tal como lo hacía Marcelo Salas, el histórico "Matador" chileno.
"Feliz, es lindo arrancar con un triunfo que nos da confianza para seguir laburando. Hay que dejar todo, eso está asegurado. Después si se da el gol o no, es secundario", expresó el ex Racing, que fue ovacionado en el Monumental.


Su tanto, el segundo del equipo, llegó tras una gran jugada colectiva, muy al estilo Gallardo: Subiabre, Lencina, Colidio y el propio Salas armaron una acción de toques rápidos que terminó con el correntino empujándola dentro del área. Lo gritó con bronca, consciente del contexto en el que llegó al club tras una polémica salida de Avellaneda.

"Lo que pasó ya está, ahora estoy en un proyecto nuevo y hay que seguir así", dijo en relación a los insultos que recibió 24 horas antes en el Cilindro, donde lo tildaron de “traidor”.
Más allá del gol, el "Gordo" fue clave con su presión alta, juego de espaldas y conexiones ofensivas, sobre todo cuando pasó a jugar como extremo con el ingreso del Pity Martínez. Tuvo otra chance clara con una media vuelta que exigió al arquero Cozzani, y se mostró siempre metido, arenga mediante.
Salas debutó con el 7 en la espalda, dejó una imagen fuerte y se ganó al hincha. Por garra, por el gol y por ese festejo que cerró el círculo con un guiño al Matador.