Las autoridades rusas confirmaron este domingo el lanzamiento de un misil de crucero hipersónico contra un objetivo en el mar de Barents, en el océano Ártico, como parte de los ejercicios militares conjuntos con Bielorrusia denominados Zapad-2025.
Según el Ministerio de Defensa, la Flota del Norte realizó un “ataque con misiles contra un enemigo simulado” y el objetivo fue destruido con un impacto directo. La zona de lanzamiento había sido cerrada al tráfico aéreo y marítimo civil.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aclaró que los ejercicios “no están dirigidos contra ningún país en particular”, aunque parte de las maniobras se desarrollan cerca de la frontera con Polonia, lo que genera creciente preocupación en Europa.
Las maniobras Zapad se realizan cada cuatro años y en esta edición coinciden con el estancamiento de las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, que llevan cuatro meses sin avances. Analistas internacionales sostienen que el presidente Vladimir Putin busca sostener su ofensiva al menos hasta 2026.
La OTAN reaccionó con mayor despliegue de tropas en el flanco oriental tras las incursiones de drones rusos en el espacio aéreo de Polonia. “Varsovia logró que la Alianza refuerce su presencia en la región”, señalaron diplomáticos en la ONU.
Mientras tanto, Ucrania continúa resistiendo con menos recursos humanos y materiales. El jefe del Ejército, Oleksandr Sirski, reconoció que en algunos sectores del frente Rusia mantiene una superioridad de hasta seis soldados contra uno.