En una jornada con doble escenario para San Lorenzo, el fútbol volvió a dar una alegría en medio del caos. Mientras en Ezeiza dirigentes y autoridades analizaban cómo intervenir para frenar el descontrol institucional del club, el equipo de Damián Ayude sacó pecho en Rosario y logró un empate valioso 0 a 0 ante Central, líder de la zona y de la tabla anual, que le permitió clasificar a los octavos de final del Torneo Clausura.
El Ciclón tuvo un gran primer tiempo y mereció más. Con Gulli manejando los tiempos, Cerutti como socio de ataque y un Elías Báez muy activo por izquierda, los de Ayude dominaron el juego y presionaron alto, anulando a Malcorra y dejando sin espacios a un Central que no encontraba respuestas. Sin embargo, la falta de eficacia volvió a pasar factura: un gol de Hernández fue anulado por un offside milimétrico detectado por el VAR, lo que derivó en la expulsión del técnico azulgrana por protestar. Poco después, Ladstatter desperdició una contra clara al decidir definir en lugar de asistir a Cerutti.


En el complemento, el Canalla reaccionó y mostró por qué es el puntero. Véliz tuvo una chance clarísima apenas iniciado el segundo tiempo, pero definió mal ante Gill. Con los cambios, Holan logró que su equipo crezca: Malcorra se encendió, Campaz levantó el nivel y el ingreso de Enzo Giménez le dio otra dinámica al ataque. El paraguayo incluso marcó el 1-0 parcial, pero el VAR anuló el tanto por posición adelantada de Komar, que si bien no tocó la pelota, interfirió en la jugada.
Finalmente, fue empate sin goles en el Gigante de Arroyito, un resultado que clasifica a San Lorenzo y mantiene a Central como líder de la competencia. Dos realidades opuestas dentro del mismo club: un plantel que responde dentro de la cancha y una dirigencia que sigue envuelta en conflictos que amenazan la estabilidad institucional.