Este martes se reunieron las partes en el Ministerio de Capital Humano, que contó con la participación del secretario de Trabajo de Nación, Julio Cordero, representantes del SOMU (Sindicato de Obreros Marinos Unidos), SIMAPE (Sindicato Marítimo de Pescadores), y por parte del sector empresarial las cámaras CAPIP, CAPECA y CEPA.
Durante el encuentro desde las cámaras empresarias se planteó la necesidad de reducir el 22% del ítem producción, lo que fue rechazado por los gremios, tras un punto muerto en las negociaciones se dio por terminada la reunión.
Uno de los puntos salientes del encuentro sería la negativa del organismo nacional de homologar los contratos individuales, e insta a las partes a seguir negociando en la instancia privada, teniendo en cuenta lo normado en el convenio 190 de OIT.
En tanto se liberaría a las partes, para un acuerdo con las empresas de forma individual con el 70/30. Dicho acuerdo, que alcanzó el sector fresquero, contempla una modalidad de pago salarial donde el 70% del salario se considera no remunerativo y el 30% restante es remunerativo.
El conflicto pesquero entra nuevamente en un callejón sin salida, en donde los principales actores mantienen sus posturas de forma intransigente, sin margen para negociaciones.
Los marineros llevan más de 100 días de conflicto, una disputa que cada vez hace más mella no solo en la economía de los trabajadores del sector, sino que el impacto de la paralización de la pesca es cada vez más notorio en las economías de la ciudad y la región.