El mediodía ríogalleguense se vivió con mucho estupor, ya que sorprendió a la ciudadanía el temporal de tierra y viento que sacudió a la capital santacruceña.

Intensa labor la que tuvieron y tienen que llevar adelante los bomberos, quienes con mucha profesionalidad, responsabilidad y cuidado acudieron a todos los requerimientos que se suscitan en la ciudad.

Otra tarea ardua, la que deben atravesar los operarios de SPSE, quienes en el día de hoy han tenido que solucionar un número importante de postes que se han caído, algunos sobre casas, otros sobre medianeras, autos y en las mismas calles.

Si bien las ráfagas de viento, cerca de las 16:00 horas han mermado en su velocidad, pero el viento sigue azotando a la capital de Santa Cruz, con una intensidad que supera los 80 Km/h.

Muchos vecinos de sectores periféricos, se vieron afectados por la condición climática, que puso en vilo a un número importante de familias, donde el efecto del viento hizo que muchas viviendas se desmoronaran y sus ocupantes debieron poner toda su imaginación en práctica para sostener sus precarias viviendas. En estos casos la solidaridad de vecinos también se hizo presente, como sucede en la mayoría de los casos.