El presidente Javier Milei comienza oficialmente su campaña electoral con una serie de visitas a provincias clave esta semana, en el marco de su postulación a la reelección. Este lunes, el presidente viajará a Tierra del Fuego, donde encabezará un acto en la ciudad de Ushuaia. Posteriormente, retomará su agenda proselitista el viernes, con actividades programadas en Santa Fe por la mañana y en Entre Ríos por la tarde. El sábado, Milei se desplazará a la provincia de Buenos Aires para continuar con su itinerario de campaña.
Este es el inicio de las primeras definiciones de la mesa de campaña que lideró la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el pasado viernes, acompañada por sus equipos de comunicación y los del asesor presidencial Santiago Caputo. La reunión, que duró más de una hora, permitió establecer las bases de la estrategia electoral y las operaciones logísticas para los próximos meses.
A pesar de que la reunión de la mesa electoral transcurrió de manera ordenada, las tensiones entre los sectores de Karina Milei y Santiago Caputo son evidentes. En las internas, se destaca la figura de Pilar Ramírez, nueva coordinadora de los jefes de campaña, quien tuvo varias reuniones con Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional, para acordar detalles cruciales de la campaña.
Un tema clave fue la definición de las modalidades de los actos: las charlas, las recorridas y los actos separados que realizarán los ministros y el equipo económico, buscando diversificar la presencia territorial de la campaña.
A pesar de las diferencias, fuentes cercanas al oficialismo indican que Karina Milei y Santiago Caputo mantienen una relación profesional, con un trato más cercano entre ambos, pero sin dejar de lado las tensiones que marcan la estrategia electoral del oficialismo.
Las tensiones entre los equipos se intensificaron durante el reciente viaje de Milei a Estados Unidos, donde el presidente se reunió con Donald Trump y logró un respaldo clave por parte del secretario del Tesoro, Scott Bessent. Este respaldo incluyó la negociación de un swap de USD 20 mil millones, una noticia que reavivó los rumores sobre los detalles de las negociaciones con la administración estadounidense.
Dentro del oficialismo, se percibe un clima de paranoia debido a las filtraciones y las especulaciones sobre operaciones cruzadas que han generado enfrentamientos internos. Estas divisiones también se trasladan al ámbito político, donde, mientras algunos sectores aseguran que Milei no se acercará a Mauricio Macri, el jefe de gabinete, Guillermo Francos, impulsó recientemente una foto junto al expresidente.
En el oficialismo, reconocen que el clima interno se ha deteriorado debido a la falta de coordinación y la multiplicidad de interlocutores en las negociaciones, tanto con los gobernadores como con los bloques aliados en el Congreso. Varios funcionarios coinciden en que, tras las elecciones nacionales del 26 de octubre, se producirá una reconfiguración interna en la Casa Rosada, y no se descarta que esto implique cambios en el gabinete.
Una de las opciones que se barajan es darle más poder a los ministros dentro de la estructura del gobierno. Algunos aseguran que este tipo de modificaciones podrían reorganizar el poder que hoy está concentrado en la figura del presidente, su hermana Karina Milei en la segunda posición, y Santiago Caputo como asesor presidencial. Esto podría transformar la dinámica de poder dentro del oficialismo y redefinir el liderazgo de la campaña electoral.
Mientras tanto, el clima electoral sigue siendo incierto, con el oficialismo aferrado a la esperanza de un empate técnico con el kirchnerismo en las urnas, pero consciente de los desafíos internos que enfrenta su estrategia.