Desde su accidente de esquí a finales de 2013, el estado de salud de Michael Schumacher ha sido una verdadera incógnita durante más de diez años. No se le ha vuelto a ver en público ni nadie de su entorno ha querido dar declaraciones sobre las secuelas de aquel incidente en los Alpes, que a punto estuvo de acabar con su vida.
A pesar de esto, ahora se ha conocido que el siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 se desplazó 800 kilómetros de su casa para poder conocer a su nieta recién nacida, Millie, que llegó a este mundo el pasado 29 marzo después de que Gina, la hija del piloto, diera a luz.
Un viaje de dos horas
Según informó el medio británico The Sun, para esta ocasión tan especial, Schumacher no dudó en ir a Suiza para estar presente en este momento tan importante para la familia. Por ello, cogió un helicóptero desde Mallorca, isla en la que vive desde 2018 junto a su esposa Corinna, para realizar un viaje de dos horas.
No es la única señal de vida que Shumacher ha dado en los últimos días. Recientemente, y al igual que el resto de campeones del mundo de la competición, firmó un casco utilizado por un compañero de profesión y de trofeos como fue Jackie Stewart, para que fuera subastado por una organización benéfica fundada por dicho piloto. Así, se supo que con la ayuda de su mujer logró escribir las iniciales MS en el casco, algo que “completó” la subasta, según el propio Stewart.
A pesar de todo, tal y como informa el periodista Felix Garner, en declaraciones recogidas por el periódico The Mirror, la situación de Schumacher es actualmente “muy triste”. “Necesita cuidados constantes y depende completamente de sus cuidadores”. Garner, muy cercano al entorno familiar del expiloto y experto en la trayectoria del alemán, indicó que el excampeón del mundo ya no es capaz ni de “comunicarse verbalmente”.
1.500 fotografías y vídeos desaparecidos
A pesar de todo, no se han conocido más detalles acerca de su estado ni ha trascendido ninguna imagen. De hecho, a finales de 2024 dio inicio el juicio contra tres hombres que habían intentado chantajear a la familia exigiendo 15 millones de euros a cambio de no publicar las actas médicas, fotografías y vídeos privados del expiloto tras el accidente.
Cabe recordar que el secretismo sobre las secuelas que le quedaron tras el accidente de 2013 llega a tal punto que, en la boda de Gina, a la que Schumacher asistió, prohibieron a los asistentes ingresar con teléfonos móviles para evitar ninguna imagen del excampeón del mundo. No pudieron evitar, sin embargo, que un experto en seguridad que trabajaba para la familia robara el acta médica digital y cerca de 1.500 fotos y vídeos del ordenador de la residencia familiar.
A raíz de esto, este hombre y sus dos socios, uno de los cuales ha acabado en prisión tras la condena del Tribunal Administrativo de Wuppertal, institución que emitió el fallo en favor de la familia. Sin embargo, al parecer la familia teme que los archivos acaben en la red debido a la desaparición de una de las copias de seguridad que los criminales hicieron.
Fuente: Infobae