Inter Miami dio el primer paso en la MLS: selló su clasificación a los playoffs con una goleada en la icónica New York. Y, como suele ocurrir, la gran figura fue Lionel Messi, que repitió la actuación de la jornada anterior con dos goles, una asistencia y un penal cedido a Luis Suárez. El equipo dirigido por Javier Mascherano necesitaba sumar para garantizar el boleto a la postemporada y lo hizo con autoridad.
El partido comenzó trabado y el local pudo haberse puesto en ventaja con un mano a mano de Fernández Mercau. Sin embargo, sobre el cierre del primer tiempo apareció Messi con una asistencia magistral para Baltasar Rodríguez, que definió con categoría para el 1-0 parcial y encaminar la clasificación.


En el complemento, el espectáculo fue todo del argentino. Bajo una intensa lluvia, la Pulga marcó un golazo picando la pelota sobre el arquero, luego le cedió un penal a Suárez —que no falló— y cerró su función con una acción digna de sus mejores años en Barcelona: pique explosivo, gambeta y definición cruzada para el 4-0 definitivo.
Con este resultado, Inter Miami alcanzó su meta inicial y se metió en la pelea por el título en la MLS. Messi, que acumula ya varios partidos decisivos en la temporada, dejó en claro que su generosidad y su nivel físico están intactos.