El Gran Premio de Mónaco comenzó con intensidad para Franco Colapinto, quien si bien no logró un buen resultado en la segunda práctica libre, dejó sensaciones positivas al encontrar ritmo en un circuito tan complejo como el de Montecarlo. Sin embargo, su jornada no pasó desapercibida por un incidente con Max Verstappen, el actual campeón del mundo.
Durante una vuelta rápida del neerlandés, Colapinto apareció rodando a marcha lenta sobre la línea de carrera, una situación que generó tensión en un trazado estrecho y exigente, donde el tráfico puede convertirse en una trampa peligrosa. Lejos de contenerse, Verstappen expresó su enojo con ironía, al levantar el pulgar y aplaudir de forma sarcástica desde su Red Bull, evidenciando su molestia con el argentino.


No es la primera vez que el piloto de Pilar se ve involucrado en una situación de este tipo. En el GP de Imola, ya había protagonizado un cruce con Yuki Tsunoda en una maniobra similar. Aunque en esta ocasión no hubo contacto ni sanciones, el gesto de Verstappen marcó con claridad el fastidio de uno de los referentes de la Fórmula 1.
Montecarlo, un examen exigente
El circuito urbano de Mónaco es célebre por su dificultad para gestionar el tránsito, especialmente en las prácticas y la clasificación. Estos encontronazos, aunque frecuentes, sirven como lecciones para jóvenes pilotos como Colapinto, quien sigue en pleno proceso de adaptación a la máxima categoría.
De cara a lo que viene, el argentino tendrá una nueva oportunidad este sábado, cuando dispute la tercera práctica libre a las 7.30 (hora argentina) y luego la clasificación a partir de las 11, en una jornada clave para sus aspiraciones dentro del exigente calendario de la F1.