Internacional

Liberaron a un preso peligroso tras una confusión por apellidos similares

La reciente liberación accidental de Khalil Bryan del Centro de Justicia de Orleans ha puesto en evidencia una serie de fallos internos que, según el fiscal de distrito Jason Williams, constituyen “una omisión inaceptable que representa un riesgo real e inmediato para la seguridad pública”.
Este incidente, que se suma a la fuga de diez reclusos ocurrida en mayo en la misma cárcel, ha reavivado el debate sobre los problemas sistémicos en la gestión de la custodia de personas detenidas en Nueva Orleans.
El viernes, la sheriff de la parroquia de Orleans, Susan Hutson, reconoció públicamente la gravedad del error y asumió la responsabilidad total por la liberación de Bryan, de 30 años.
Las autoridades ofrecieron disculpas a la ciudadanía tras la errónea liberación del recluso
Durante una rueda de prensa, Hutson ofreció disculpas a la ciudadanía y explicó que el recluso fue confundido con otro individuo que tenía un apellido similar.
La confusión se produjo cuando los agentes, al responder a una fianza pagada por una persona no relacionada con Bryan, no verificaron de manera adecuada la identidad del recluso y procedieron a su liberación.
“Esto no debería haber sucedido. Fue un fallo de los procesos internos, y el público tiene todo el derecho a esperar algo mejor”, afirmó la sheriff, quien también anunció la apertura inmediata de una investigación interna y la aplicación de medidas disciplinarias.
No está claro si el recluso es consciente del error
El Departamento de Policía de Nueva Orleans, bajo la dirección de la jefa Anne Kirkpatrick, ha iniciado una búsqueda activa de Bryan.
Kirkpatrick señaló que no está claro si el recluso es consciente de que su liberación fue un error, pero advirtió que tanto él como cualquier persona que lo esté ayudando podrían enfrentar cargos. “Usted y otras personas que puedan estar protegiéndolo en este momento estarán sujetos a procesamiento porque están bajo aviso”, declaró la jefa policial, instando a Bryan a entregarse.
En el momento de su liberación, Bryan se encontraba detenido por cargos que incluían posesión de propiedad robada, parafernalia de drogas y resistencia a un oficial. Además, pesaba sobre él una orden de arresto activa por delitos como agresión con agravantes con arma de fuego, violencia doméstica, poner en peligro a un menor y allanamiento de morada.
Kirkpatrick subrayó que Bryan cuenta con “antecedentes delictivos violentos”, entre los que figuran robo agravado, agresión agravada con un arma y daños criminales agravados a la propiedad.
Posibles cargos en contra de los agentes responsables de la liberación
El fiscal de distrito Williams detalló que Bryan estaba bajo una orden de arresto de 100.000 dólares por no haberse presentado a la lectura de cargos en un caso, además de una fianza adicional de 25.000 dólares por nuevos cargos graves. Williams no descartó la posibilidad de presentar cargos contra los agentes responsables de la liberación y aseguró que su oficina “seguirá las pistas” para esclarecer los hechos.
La sheriff Hutson indicó que, tras descubrirse el error, su oficina comenzó a interrogar al personal de servicio para determinar con precisión cómo se produjo la confusión. Aunque aún no se conoce la fecha exacta de la liberación, Hutson insistió en que la investigación interna permitirá esclarecer los detalles y depurar responsabilidades.
Las autoridades han notificado a la víctima del caso de Bryan y, según Williams, la fiscalía está contactando a “todas las víctimas y testigos relacionados con el proceso contra Bryan”. En los casos en que no logran establecer contacto, se han enviado investigadores para garantizar que las personas afectadas y sus familias reciban la notificación y el apoyo necesario.
Este episodio se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad y la gestión penitenciaria en Nueva Orleans, especialmente tras la fuga masiva de reclusos en mayo, de los cuales uno permanece prófugo.

Fuente: Diario Panorama
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