Japón comenzó a desplegar efectivos de las Fuerzas de Autodefensa en el norte del país frente a una ola inédita de ataques de osos. Las comunidades rurales se encuentran “desbordadas” ante un fenómeno que, desde abril, provocó 12 muertes y más de 100 heridos, según datos del Ministerio de Medio Ambiente.
El primer operativo se inició en Kazuno, una ciudad de la prefectura de Akita, donde los avistamientos se multiplicaron en torno a viviendas, rutas y escuelas rurales. Las autoridades locales recomendaron a los habitantes evitar los bosques y permanecer en interiores después del anochecer.
Según informó el medio japonés Nippon, en lo que va del año, la prefectura registró más de 8.000 avistamientos de osos. Funcionarios reconocieron que el incremento de ataques superó la capacidad de respuesta de los gobiernos municipales.
Según Reuters, el despliegue comenzó con 15 soldados, enviados para transportar, colocar e inspeccionar trampas de acero destinadas a capturar a los animales.
Debido a las estrictas leyes japonesas sobre el uso de armas de fuego, los efectivos no portarán rifles ni armamento letal. Operarán con espray repelente, escudos, chalecos antibalas, gafas protectoras y lanzadores de redes, detalló el Ministerio de Defensa.
“Aunque sea solo temporal, la ayuda de las Fuerzas de Autodefensa es un gran alivio”, dijo Yasuhiro Kitakata, responsable del departamento municipal encargado del manejo de los osos a Reuters.
“Antes pensaba que huían cuando escuchaban ruido, pero ahora se acercan. Son animales realmente aterradores”, agregó.
Las autoridades señalaron que la situación alteró la vida cotidiana en las comunidades rurales. El alcalde de Kazuno explicó que muchos vecinos dejaron de salir o cancelaron eventos locales por temor a los encuentros.