Un terremoto de magnitud 7,4 registrado este viernes por la mañana frente a la costa sur de Filipinas causó al menos cinco fallecidos, deslaves, daños en un hospital y escuelas, cortes de electricidad y evacuaciones en zonas costeras próximas debido a una alerta por tsunami, que se levantó más tarde. Sin embargo, una réplica hizo que el alerta entrara en vigor otra vez.
La réplica de magnitud 6,7 sacudió la isla filipina meridional de Mindanao y activando la alerta de tsunami. El nuevo temblor se produjo a las 19.12 hora local (08.12 en Argentina) a una profundidad de 62 kilómetros y con el epicentro a unos 24 kilómetros de distancia de la ciudad de Santiago, unos parámetros similares a los del sismo inicial, según el Servicio Geológico de EE.UU., que registra la actividad sísmica del mundo.
La agencia sismológica de Filipinas (Phivolcs) activó la alerta de tsunami por este nuevo temblor, como ya hizo con el primero de 7,4, que tuvo lugar unas diez horas antes.
El presidente del país, Ferdinand Marcos Jr., que enfrenta su último desastre natural tras un terremoto previo y varias tormentas consecutivas, indicó que se estaban evaluando los daños y que los equipos de rescate y los operativos de ayuda se estaban preparando y desplegados cuando fuera seguro hacerlo.
El Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología apuntó que se esperan daños y réplicas del terremoto, cuyo epicentro estuvo a unos 43 kilómetros (27 millas) al este de Manay, una localidad de la provincia de Davao Oriental, y fue provocado por el movimiento en la Fosa de Filipinas, a una profundidad de 23 kms (14 millas).
Al menos cinco personas murieron, incluyendo dos pacientes que sufrieron ataques cardíacos en un hospital durante el terremoto y un residente alcanzado por escombros en la ciudad de Mati, en Davao Oriental, dijo Ednar Dayanghirang, director regional de la Oficina de Defensa Civil del gobierno, a The Associated Press por teléfono.
Dos aldeanos murieron y varios más fueron rescatados con heridas por soldados y voluntarios civiles tras un deslave causado por el sismo en una remota población dedicada a la minería de oro en Pantukan, en la provincia de Davao de Oro, cerca de Davao Oriental, agregó Dayanghirang .
El subdirector de la Oficina de Defensa Civil, Bernardo Rafaelito Alejandro IV, apuntó que varios edificios sufrieron grietas en sus paredes, incluido el aeropuerto internacional en la ciudad de Davao, que seguía operativo sin que se hubiesen cancelado vuelos, agregó.
“Estaba manejando mi coche cuando de repente se tambaleó y vi el tendido eléctrico balanceándose violentamente. La gente salió corriendo de casas y edificios mientras el suelo temblaba y se cortó la electricidad”, dijo Jun Saavedra, funcionario de mitigación de desastres del pueblo de Gov. Generoso en Davao Oriental, a The Associated Press por teléfono.
“Hemos tenido terremotos en el pasado, pero este fue el más fuerte”, dijo Saavedra, que añadió que las intensas sacudidas del suelo causaron grietas en varios edificios, incluyendo una escuela secundaria, donde al menos 50 estudiantes fueron llevados a un hospital en ambulancias después de sufrir contusiones, desmayos o mareos debido al sismo.
Gov. Generoso es un pueblo a unos 100 kms (62 millas) al sur de Manay, donde también se suspendieron todas las clases.
Los estudiantes evacuaron las escuelas en la ciudad de Davao, que tiene alrededor de 5,4 millones de habitantes y es la urbe más grande cerca del epicentro, a unos 250 kms (155 millas) al oeste de la provincia de Davao Oriental.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con sede en Honolulu, informó que se detectaron pequeñas olas en las costas de Filipinas e Indonesia antes de que la amenaza pasara unas dos horas después del sismo. Las pequeñas fluctuaciones en el mar podrían continuar, agregó.
Pequeñas olas de tsunami
La alerta de tsunami que provocó evacuaciones en seis provincias costeras próximas a Davao Oriental se desactivó más tarde sin que se detectaran olas importantes, dijo el principal sismólogo del gobierno, Teresito Bacolcol.
La Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia reportó pequeñas olas de tsunami en la provincia de Célebes Septentrional, con alturas que oscilaban entre los 3,5 y los 17 centímetros (de 1,3 a 6,7 pulgadas) en Melonguane, Beo, Essang y Ganalo, en los distritos de las Islas Talaud.
Filipinas aún no se ha recuperado por completo de un sismo de magnitud 6,9 registrado el 30 de septiembre que causó al menos 74 muertos y miles de desplazados en la provincia de Cebú, particularmente en la ciudad de Bogo y en poblaciones cercanas.
El archipiélago recibe además unos 20 tifones y tormentas cada año, lo que convierte la respuesta a desastres en una de las principales tareas del gobierno y los grupos de voluntarios.
También el viernes, un sismo con una magnitud preliminar de 6,0 sacudió la costa de Papúa Nueva Guinea. El Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que el epicentro estuvo en el mar de Bismarck, a 414 kilómetros (257 millas) al noreste de Lae, la segunda ciudad más poblada de la nación insular del Pacífico Sur.
Según Mary Jane Huafilong, una agente de policía en Lae, no se reportaron daños.