“Nos inventaron las causas para echarnos. A algunas nos pusieron que era por no responder a las órdenes que supuestamente se nos habían dado y por dejar vencer las gaseosas, pero lo más insólito, es que el telegrama nos llegó por mail, situación totalmente ilegal”, dijeron a Santa Cruz en el Mundo dos desempleadas que residen, una en 28 de Noviembre y otra en Río Turbio.
“Nosotros somos un grupo de 20 trabajadores entre hombres y mujeres, padres y madres que en muchos casos somos el único sustento de familia y que de un día para otro, nos quedamos en la calle, sin saber cómo pagaremos nuestras deudas”, sintetizaron ambas exempleadas. El empresario, Néstor Mazón posee dos estaciones de servicio en la Cuenca Carbonífera; una YPF en 28 de Noviembre y una Axion, en Río Turbio.
“Nos inventaron las causas para decir que nos echaban con justa causa, pero lo que usaron carece de fundamento porque muchos llevamos varios años dentro de la empresa, somos quienes venimos entendiendo la realidad del país y la provincia, muchas veces esperando el sueldo, porque nos pagaba atrasado, con adelantos íbamos cobrando o incluso nos lo daba en dos cuotas, pero claramente eso lo entendíamos, pero se ve que el dueño no pensó en nosotros, ni mucho menos nos reunió para decirnos que se venía esto, salió de la noche a la mañana”.
Los despedidos se movilizaron, como pudieron, porque en tiempo de emergencia tampoco pueden juntarse ni hacer protestas ya que está prohibido por el DNU del Poder Ejecutivo Nacional. Aunque pudieron dialogar con el secretario de Comercio, quien les ofreció el abogado, y éste ya se puso en contacto con todos ellos, a fin de iniciar los pasos legales, en la medida que se pueda por la situación actual, para poder empezar con las acciones judiciales.
Toda esta circunstancia se ha dado en el marco de la pandemia, ya que en un momento dado del mes de marzo, se habló con el personal para establecer nuevos horarios, indicando que se iba a trabajar en un solo turno en ambas estaciones de servicio, de 10 a 18 horas y así cumplir con lo dispuesto por el intendente de 28 de Noviembre, Fernando Españon.
Los telegramas fueron llegando a partir del pasado 31 de marzo y nos decían de manera inexplicable, “nos quedamos asombrados realmente, nos tomó por sorpresa” esa era la frase que nos dijeron casi al unísono.
Más adelante, nos contaron que “a todos nos pusieron causa para no pagarnos lo que corresponde y achicar así el importe que nos deben dar como indemnización y además al echarnos de esta manera no podremos acceder al subsidio que otorga el gobierno, porque supuestamente nos echaron con justa causa. Ya hemos cobrado el sueldo, la liquidación de vacaciones y el proporcional de aguinaldo. Pero al echarnos con justa causa, que de ninguna manera corresponde, se evitó pagarnos la indemnización. Tema que estamos en total desacuerdo y que ya hemos respondido mediante telegrama”.
También pudimos saber que después de haberlos echado Mazón les habría mandado un WhatsApp disculpándose por lo hecho, indicando además que cuando esto se aclare, se podrían volver a sentar con él para ver posibles reincorporaciones. Ante esto la respuesta que nos dieron los trabajadores es que no estarían en condiciones de aceptar ese ofrecimiento por cómo se sucedieron los hechos. “Todo hubiera sido distinto si hubiese propuesto una reunión con todos y allí decidir qué hacer y esto no ocurrió”, subrayaron.
A todo esto nos decían que “la empresa incluyó a un hombre de apellido Ramírez, que al parecer había ingresado a la firma como seguridad, pero con el correr del tiempo actuaba como encargado, responsabilizándose de muchas cosas que se ordenaban en la empresa, e inclusive hizo entrar a trabajar nuevas personas, situación que no fue entendible hasta que se dispusieron las cesantías”.
“A nosotros -continuaron- nos esperan horas muy duras, tenemos compañeros que son el único sustento de la familia, mujeres con varios hijos, en otros casos mujeres con su esposo que está sin trabajo, muchas estamos grandes para conseguir un nuevo trabajo. La verdad que nos preocupa muchísimo todo esto y necesitamos que alguien tome cartas en el asunto”.
Ante la pandemia, este grupo de trabajadores que quedaron cesantes se encontraron con ciertos obstáculos que les impiden desarrollar su defensa, ya que ayer tenían que hacer algunas actuaciones ante la Justicia y el juzgado no atendió. Alguien seguramente deberá salir en amparo de este conjunto de personas que fueron echados injustificadamente, según lo expresado.
Según los dichos de uno de los trabajadores que quedó sin trabajo, el intendente de 28 de Noviembre habría dicho que ante esta situación no puede hacer nada.
En contrapunto, el concejal Horacio Lavie, quien pertenece al Frente de Todos, pero en otra línea al oficialismo, después que los trabajadores hicieron pública la situación en redes sociales, “se puso en contacto con nosotros y sostuvo que iba a hacer todo lo que le fuera posible desde su rol, aunque había que esperar que pasara la cuarentena para poder iniciar alguna acción”, remarcaron.
Como hay trabajadores cesanteados en Río Turbio, la persona encargada del sindicato de Comercio en ese lugar llevó el tema al intendente de allí, Darío Mena, donde el jefe comunal le habría indicado que la gente se acerque a Acción Social y ahí iban a ver qué ayuda le podrían ofrecer.
En total, la firma Alma S. A., dejó cesantes a 20 personas de los cuales 10 eran contratados (y no habían finalizado el periodo contractual), 6 de Río Turbio y 4 de 28 de Noviembre y 10 en calidad de efectivos, 3 de Río Turbio y 7 de 28 de Noviembre. Dentro de los 7 efectivos que echó la empresa, pertenecientes a la YPF, ayer cesantearon a un hombre que se desempeñaba desde hace más de 15 años en el área de mantenimiento de ambas estaciones de servicio.