Facundo Aguilar Fajardo, el policía acusado de matar a Thiago Correa, seguirá detenido por orden judicial. El menor, de siete años, recibió un disparo en la cabeza cuando aguardaba el colectivo con su padre en Ciudad Evita, en medio de un tiroteo entre el efectivo y un grupo de delincuentes.
La Justicia confirmó la detención de Aguilar Fajardo por considerar que disparó de manera desproporcionada, incluso cuando los ladrones ya se encontraban en fuga. Disparó 11 veces y, según los peritajes, todas las balas salieron de su arma reglamentaria. Una de ellas impactó en el cráneo del niño, que murió luego de dos días de agonía en el Hospital de San Justo.

“El homicidio agravado en exceso en la legítima defensa se mantiene en pie y por eso seguirá detenido. Ahora hay que evaluar la calificación legal por la muerte del menor”, indicó una fuente judicial con acceso a la causa.
El fiscal de Homicidios de La Matanza, Diego Rulli, le imputa al joven agente un uso indebido de la fuerza, dado que actuó fuera de servicio y de civil, cuando fue sorprendido por cuatro delincuentes mientras esperaba el colectivo junto a su madre sobre la avenida Crovara al 5600.
“Uno me apuntó a la cara y me dijo: ‘Dame todo o te mato’. A mi mamá la tironeaban del pelo y también la apuntaban”, declaró el policía, quien entregó sus pertenencias, pero al ver que su madre seguía siendo agredida, desenfundó su arma y se identificó como oficial.
“Lo hice porque pensé que a ella la mataban ahí mismo y no la iba a ver nunca más”, dijo en su declaración indagatoria. Según sostuvo, los disparos fueron “estáticos”, sin persecución, y se detuvo cuando los delincuentes huyeron de su vista.
Sin embargo, los rastros de sangre de Thiago fueron hallados a casi 200 metros del punto donde se inició el tiroteo, lo que agrava la situación del efectivo. Además, se investiga una posible alteración de la escena.
La autopsia y el análisis balístico serán claves para definir la nueva imputación que podría enfrentar Aguilar Fajardo, que por el momento permanece privado de su libertad mientras se esclarecen las circunstancias del caso que conmociona a la comunidad.