Tres días después del ataque a la única iglesia católica de Gaza, el papa León XIV condenó este domingo la “barbarie” de la guerra y pidió el fin inmediato del uso indiscriminado de la fuerza, así como de los castigos colectivos, en una clara referencia a las acciones del ejército israelí.
“Una vez más pido el fin inmediato de la barbarie de la guerra y una resolución pacífica del conflicto”, expresó el pontífice al término de la tradicional oración del Ángelus.
León XIV calificó el reciente atentado contra la iglesia como parte de los “continuos ataques militares contra civiles y lugares de culto”, y llamó a la comunidad internacional a hacer respetar el derecho humanitario.
En ese sentido, subrayó la obligación de proteger a los civiles, y rechazó “el desplazamiento forzado de poblaciones, el uso indiscriminado de la fuerza y los castigos colectivos”.
Más temprano, en una breve declaración a los periodistas a la salida de la misa en la catedral de Albano, el papa pidió “dejar las armas”, y remarcó que “el mundo no soporta más” la guerra.