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Crece la tensión sindical: la CGT debate cómo resistir el tope salarial y se acerca un nuevo paro general contra Milei

Los máximos líderes de la CGT están en contacto permanente tras la decisión del Gobierno de no homologar paritarias que superen el 1% mensual. Aunque por ahora no hay una reunión formal convocada, crecen las presiones internas para avanzar con el cuarto paro general contra Javier Milei. Por el momento, predomina una postura cautelosa: varios dirigentes consideran que es pronto para lanzar una nueva medida de fuerza tras el paro del 10 de abril. En cambio, analizan alternativas como recurrir a la Justicia para frenar el “cepo salarial” y permitir que cada gremio continúe sus reclamos sectoriales.
Desde la conducción de la central obrera sostienen que el tope salarial no es un eje unificador porque los niveles salariales y las urgencias varían según la actividad. Sin embargo, el malestar se generaliza porque todos los sindicatos intentan recuperar la pérdida frente a la inflación, y la decisión del Ejecutivo de limitar las paritarias cerró unilateralmente esa posibilidad. Entre las estrategias que evalúan, una opción es pactar aumentos mensuales o bimestrales, en lugar de los tramos trimestrales que propone el Gobierno para contener la suba de precios.

El caso más representativo del conflicto es el del gremio de Comercio, que acordó un aumento del 5,4% acumulativo en tres cuotas. El secretario de Trabajo, Julio Cordero, citó a las partes para reformular el acuerdo, pero el líder sindical Armando Cavalieri no asistió a la reunión y endureció su postura. Aseguró que el aumento se pagará igual gracias a una cláusula firmada por los empresarios. Esta disputa se transformó en una prueba clave para medir la firmeza del Gobierno en su política salarial y para muchos sindicalistas, Cavalieri representa la última frontera del sindicalismo dialoguista: si cede, la CGT quedaría sin figuras moderadas.
El conflicto también se profundiza en otros sectores. El Sindicato de la Alimentación (STIA), encabezado por Rodolfo Daer, anunció una movilización para exigir una compensación salarial por un atraso del 4,5% en toda la actividad entre mayo de 2024 y abril de 2025. “No se puede contener la inflación pisando las paritarias y los aumentos para los jubilados”, cuestionó el dirigente, en una crítica directa al plan económico de Luis Caputo. En paralelo, los gremios docentes también se movilizan: Sergio Romero, de UDA, y Sonia Alesso, de CTERA, exigen la urgente convocatoria a la Paritaria Nacional Docente, suspendida desde febrero, y denuncian el deterioro del salario y la falta de fondos para educación.
Mientras tanto, las miradas están puestas en el próximo miércoles, cuando el INDEC difundirá la inflación de abril, que podría ubicarse en torno al 3% según estimaciones privadas. Ese dato podría ser determinante para tensar aún más la relación entre el Gobierno y los sindicatos. En ese contexto, un histórico dirigente de la CGT advirtió: “La central no va a poder ausentarse de este conflicto”. Si el cepo salarial no se flexibiliza, todo indica que la CGT se acercará inevitablemente a un nuevo paro general. La confrontación con el Gobierno parece cada vez más difícil de evitar.

Fuente: Diario Panorama
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