Y si está Lionel Messi, hay historia. El capitán volvió a encender la MLS con una actuación monumental y lideró la goleada 4-0 frente a Cincinnati, uno de los candidatos al título. Las Garzas se apropiaron del TQL Stadium de principio a fin, eliminaron al local y avanzaron a la final de la Conferencia Este por primera vez.
Messi domina como nadie los partidos de matar o morir, y esta semifinal no fue la excepción. Con cuentas pendientes y un boleto a la final en juego, el 10 tomó el control del equipo. Cincinnati intentó imponer condiciones en los primeros 15 minutos, pero Inter Miami tenía otros planes: aguantar, golpear y dejar todo en manos de su líder.
La magia apareció a los 19 minutos. Tras un pase de Silvetti, Messi se elevó en el área, conectó de cabeza y estampó el 1-0, silenciando el estadio. Desde ahí, el duelo cambió: Inter Miami creció, manejó los tiempos y generó peligro con cada intervención del rosarino. Cincinnati apenas resistía.
El descanso llegó con el 1-0 y el complemento fue una exhibición total del visitante. Sin margen para el suspenso, Inter Miami aceleró y liquidó la serie con tres golazos, todos con la firma invisible de Messi. A los 57', el 10 asistió a Mateo Silvetti, que anotó su primer tanto en el club. Cinco minutos después, un pase filtrado dejó mano a mano a Allende para el 3-0. Y a los 74', Leo coronó su función con otra asistencia exquisita, de externo, para que Allende sellara el 4-0 final.