“El Monstruo” ha sido capturado. La caída de Erick Luis Moreno Hernández se gestó tras meses de trabajo de la División de Crimen Organizado de la Dirincri. El operativo requirió el seguimiento de movimientos que llevaban a este peligroso criminal desde Perú a Brasil y, finalmente, a la ciudad de San Lorenzo en Paraguay.
Agentes peruanos trabajaron de forma articulada con la Policía Nacional de Paraguay para ponerle fin a la huida de quien encabezaba la organización Los Injertos del Cono Norte.
La fuga de Moreno no pasó inadvertida por la presión social y el nivel de violencia que su red implantó en la zona norte del país. La policía lo ubicó tras el análisis minucioso de comunicaciones entre su círculo más cercano. Los mensajes y llamadas con su hermana, así como datos facilitados tras la detención de su madre, resultaron piezas clave para reconstruir la ruta de escape y prever sus próximos pasos.
En diferentes audios interceptados, Moreno se jactaba de su capacidad para eludir a la justicia y de sus contactos con ciertos miembros corrompidos de la policía, a quienes atribuía movimientos para alertarlo sobre operativos y acorralar a los pequeños empresarios, taxistas y comerciantes víctimas de extorsión.