La madrugada aún despertaba en Salta cuando un camión descontrolado rompió el silencio en la avenida Paraguay.
Eran las 5.00 de la mañana, y en segundos, la tranquilidad vial de esa hora se convirtió en un caos absoluto. Un camionero, completamente alcoholizado, perdió el control de su vehículo y se convirtió en una amenaza rodante.
La escena fue dramática: el camión se subió a la platabanda, arrancó de raíz tres semáforos y destruyó cartelería vial como si fueran de papel.
El busto del exgobernador Miguel Ragone quedó a centímetros de caer al suelo, testigo mudo de la tragedia que no fue.