Banfield volvió a sonreír en el torneo. El equipo de Pedro Troglio logró un triunfo clave en Mendoza al superar 2-1 a Independiente Rivadavia, en un duelo donde mostró carácter, orden y eficacia. Con dos tantos de Gonzalo Ríos, el Taladro consiguió aire en la tabla y se alejó, al menos por ahora, de los puestos comprometidos.
Desde el inicio se notaron las diferencias de objetivos entre ambos equipos. Mientras Banfield buscaba sumar para escapar del fondo, la Lepra mendocina pensaba más en la semifinal de la Copa Argentina ante River, que disputará el próximo viernes. Sin Villa ni Bottari, ambos suspendidos, Berti priorizó cuidar su defensa y resignó peso ofensivo.
La lectura táctica de Troglio fue acertada: apostó por una línea de tres en el fondo y por los laterales con proyección. El plan dio resultado a los 37 minutos del primer tiempo, cuando Gonzalo Ríos encaró a cuatro rivales y definió cruzado para el 1-0. En un gesto de respeto, no festejó el gol por su pasado en Independiente Rivadavia.
En el complemento, Banfield volvió a golpear temprano. A los 8 minutos, otra vez Ríos apareció en el área, esta vez de cabeza, para estirar la ventaja. El descuento de Muñoz, con un derechazo desde afuera del área, le dio esperanza a la Lepra, que empujada por su gente estuvo cerca del empate con un cabezazo de Arce que pasó rozando el palo.
El Taladro resistió hasta el final y se llevó tres puntos vitales que levantan el ánimo y mejoran su posición en la tabla. En cambio, Berti y los suyos deberán pasar rápido la página: el viernes tendrán su gran cita ante River, en una semifinal que puede cambiar el rumbo de su temporada.